Crónica en primera persona 

EN PLURAL SÁBADO, AGOSTO 03, 2013 
Yvelisse Prats Ramírez De Pérez  
Se agotaron todas las gestiones de los buenos samaritanos que con su ingenuidad a tope pidieron a Miguel Vargas que se aviniera a reconstruir la unidad. 
Anteayer, dos reuniones paralelas del “CEN”, confirmaron la honda herida, enconada y dolorosa, que nos va separando. 
Asistí a una de ellas, en el Club Los Prados. La creí y la creo legal, como certificaron representantes del Colegio Dominicano de Notarios. Sobre todo, la asumo legítima, por sus características, sus decisiones, la amplia participación que tuvieron sus miembros/as, a diferencia del manejo dictatorial, de la reunión de rostro adusto, rodeada de una parafernalia militar que se efectuó en el Coliseo Teo Cruz. 
Estábamos los viejos y los nuevos. Dirigentes históricos exitosos, Fello Suberví, Nano Porcella, Chacho Landestoy, Víctor Méndez, Siquío; la mayoría de los expresidentes del PRD, Vicente Sánchez Baret, Hugo Tolentino, Tony Raful, con su voz de profeta, Ramón Alburquerque y yo misma. Estaban los jóvenes, en nombre de ellos habló el presidente de la JRD, Jean Luis Rodríguez, recto, sincero, creciendo como un árbol, lleno de esperanzas. 
Estaban los/as compañeros/as de las bases ascendidos por su trabajo abnegado a ocupar puestos en el CEN. Caras entrañables, Petiton, evocador del sindicalismo recio, Teodoro Jiménez, Ernesto Zabala, tantos que me abrazaban. En nombre de ellos/as y del Foro Renovador, habló Fausto Herrera Catalino, insobornable. 
Los diputados, se hicieron presentes, la mayoría jóvenes; Paliza, Alexis Jiménez, Josefa Castillo, desafiante en sus propias convicciones, Bertico, Arroyo, Esther Minyetti, Jorge Frías, muchos más. 
Estaban, los “tecnopolíticos”, así les decíamos en tiempo de Peña Gómez a nuestros expertos; Arturo Martínez Moya, el Dr. Roberto Sánchez, el Dr. Víctor Atallah (todo el apellido estuvo presente) mi hijo, Frank Guerrero, así como la nueva camada de profesionales, miembros/as del CEN, que se nuclean en la Maestría de Ciencias Políticas y en los Diplomados y Cursos que el Instituto José Francisco Peña Gómez ofrece con la validación académica de la Universidad Católica Santo Domingo. 
Estaban las mujeres, las de siempre; con una excepción lamentable. Leonor Sánchez Baret, Yadira, Luz del Alba Thevenin, Jeannette Bournigal como una bandera, Milagros Ortiz Bosch, quien hoy como ayer combate contra las tiranías y por la libertad, Janet Camilo, vehemente, se expresó en nombre de todas, particularmente de aquellas a las que invisibilizan el sistema machista, y la exclusión del modelo sociopolítico que aplica, clientelismo y corrupción incluidos, el PLD desde el poder. 
NUESTROS dirigentes, los que acrisolaron esa calidad con sus lealtades al partido por encima de las relaciones primarias, presidieron la reunión. Nos hablaron con vigor, corazón y conciencia. Andrés Bautista, Orlando, Geanilda Vásquez, dieron brillo a sus galones de altos dirigentes, colocando al PRD de nuevo en su espacio; partido opositor, definido en una doctrina  y una estrategia de luchas.  
Hipólito Mejía también habló. No fue un discurso formal, escrito por otros, pronunciado después de practicar en el espejo para no equivocarse. 
Como siempre, Hipólito dijo lo que piensa, paga el precio que cuesta ser sincero, por eso conmueve hasta la risa o el llanto, cuando habla. 
Luis Abinader, perredeísta de biberón, político del presente y con futuro, nos habló con la mesura enérgica que caracteriza su talante. Una expresión suya llamó la atención a mi hijo Frank y a mí: “democracia controlada”. Con ella graficó plásticamente el secuestro de las altas cortes, la parcialización de la JCE, la obsecuencia de tantos  medios de comunicación, los contratos que silencian, las nóminas y nominillas que siguen creciendo, reptando por oficinas repletas y consulados allende el mar. 
Traduzco la “democracia controlada” como dictadura de cuello blanco, que  ha contagiado a un sector reducido del PRD, que renegó del socialismo democrático poniéndose al servicio del PLD neoliberal.  
La crisis del PRD, fabricada en apariencia desde dentro, pero manejada con hilos de hábil titiritero por el PLD, es una  perversa extensión de esa “democracia controlada”. ¿Quién, sino el PRD de la lucha y las calles, podrá detener el descaro peledeísta, proclamado en su intento de permanecer en el poder más de 20 años? 
Me formaron Peña Gómez y Bosch, leo mucho y comparto las visiones de izquierda que en América se están ensayando. Por eso estuve en el Club Los Prados, bullente de gente que conozco, piensa como yo, ha hecho historia y va a seguir haciendo historia en República Dominicana. 
Con tristeza, pero con total responsabilidad, con las convicciones que reflexiono y luego cumplo a pie juntillas,  sí, estuve ahí. Esta ‘Crónica en primera persona’ ratifica mi firma en el Acta del CEN del PRD en el que milito. El que sesionó en el Club Los Prados.  
Como mantra que he usado otras veces, repito los versos de Neruda: 
¡Doy fe! 
“Yo estuve allí, 
Yo estuve, 
Y padecí y mantengo 
el testimonio”. 


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