27 DE SEPTIEMBRE DE 2023
El 17 de septiembre, unas 75.000 personas llenaron las calles del centro de Manhattan con un mensaje claro: Acabar con los combustibles fósiles. Fue la mayor movilización climática en Estados Unidos en años, a la cual asistieron personas de todo el mundo. Para ampliar este tema, nos acompaña una de esas líderes: Nemonte Nenquimo, líder huaorani, quien viajó miles de kilómetros hasta Nueva York desde su hogar en la Amazonía ecuatoriana para participar en la marcha. Nemonte recibió el Premio Ambiental Goldman 2020 por liderar las acciones contra la extracción de petróleo en la región. Es cofundadora de la organización Amazon Frontlines y de la Alianza Ceibo. Su nuevo libro que se publicará el próximo año se titula “No seremos salvados”. Namonte también fue parte de la histórica campaña que llevó a la victoria el referéndum para bloquear la extracción de petróleo en el Parque Nacional Yasuní del Amazonas.
Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman.
El 17 de septiembre, unas 75.000 personas llenaron las calles del centro de Manhattan con un mensaje claro: Acabar con los combustibles fósiles. Fue la mayor movilización climática en Estados Unidos en años, a la cual asistieron personas de todo el mundo. Esta es la embajadora de buena voluntad de UNICEF, Vanessa Nakate, la primera activista climática del movimiento Viernes por el Futuro en Uganda.
VANESSA NAKATE: Antes de venir aquí, mi amiga y hermana, Helena Gualinga, una activista ecuatoriana por los derechos humanos y ambientales de la comunidad Kichwa Sarayaku, me dijo algo que todos aquí y en el mundo necesitan escuchar. Ella dijo: “Deberíamos mirar a Ecuador, que acaba de votar en contra de un proyecto petrolero activo en la selva del Yasuní. Este es el primer ejemplo de democracia climática”. Y añadió: “Así es como se elimina gradualmente el uso de combustibles fósiles”. Ahora están protegiendo el lugar más diverso del planeta. Y fue algo liderado por jóvenes y pueblos indígenas. Por eso no puede haber justicia climática sin los pueblos indígenas.
AMY GOODMAN: Vanessa Nakate se refería al histórico referéndum aprobado por los votantes ecuatorianos en agosto para bloquear la extracción de petróleo en el Parque Nacional Yasuní del Amazonas, el área protegida más grande de Ecuador, que tiene enormes reservas de petróleo a lo largo del territorio indígena Yasuní. La campaña fue encabezada por líderes indígenas y defensores del medio ambiente.
Para más, nos acompaña una de esas líderes: Nemonte Nenquimo, líder huaorani, quien viajó miles de kilómetros hasta Nueva York desde su hogar en la Amazonía ecuatoriana para participar en la marcha. Nemonte recibió el Premio Ambiental Goldman 2020 por liderar las acciones contra la extracción de petróleo en la región. Es cofundadora de la organización Amazon Frontlines y de la Alianza Ceibo. Su nuevo libro que se publicará el próximo año se titula “No seremos salvados”. Bienvenida a Democracy Now! Es genial tenerla con nosotros aquí en Nueva York, Nemonte.
NEMONTE NENQUIMO: Hola a todos, gracias por esta oportunidad. Saludos. Waponi baneke.
AMY GOODMAN: Nemonte, hable sobre su visita a Nueva York y lo que significa para usted esta congregación de decenas de miles de personas frente a las Naciones Unidas, mientras los líderes mundiales dan sus discursos.
NEMONTE NENQUIMO: Estoy por tercera vez aquí en Nueva York para la Semana del Cambio Climático y vi muchos pueblos, sociedades civiles aquí en Nueva York diciendo “no más extracción petrolera, no más capitalismo”. Era una buena señal, pero veo que hasta ahora los políticos, los representantes, no han cambiado nada. Siguen con la misma repetición de la misma historia, reuniéndose, hablando sobre defensa, de ver, de mantener. Pero realmente ellos no han tomado acciones. Los pueblos indígenas somos la primera línea para la solución del cambio climático. Yo como indígena miro que mientras los pueblos estamos unidos, luchando en nuestros territorios, aquí los políticos no han escuchado, no han respetado el tomar la decisión junto con los pueblos indígenas y darnos esa oportunidad.
AMY GOODMAN: ¿Qué cree que deben hacer los líderes mundiales? ¿Qué tiene que pasar en las Naciones Unidas y qué tan importante es el liderazgo de Estados Unidos?
NEMONTE NENQUIMO: Yo creo que ellos, los líderes, tienen que escuchar a los pueblos y las voces de los pueblos y respetar y dar espacio para tomar la decisión junto con los pueblos indígenas. Mientras tanto no hay ese espacio, siguen hablando, pero no hay acción y así no va a haber cambio.
Mi [punto de] vista es muy importante. Los presidentes del mundo tienen que escuchar y dar espacios con mucho respeto y tomar juntos acciones para detener el cambio climático. Caso contrario, si no toman este camino, seguirán perdiendo ante el cambio climático. Pero los pueblos indígenas somos defensores y somos los que detenemos el cambio climático. Yo creo que el papel que deben hacer es llamar a todos los líderes que vivimos en la Amazonía y sentar las bases para analizar cómo podemos detener ese cambio climático.
Si no permiten eso, si no garantizan que tengamos el derecho de decidir sobre nuestro territorio, [no sirve] de nada, será igual. Yo veo cómo los políticos hablan bien bonito de defender, conservar el bosque, conservar la cultura, pero no hay acción. Nosotros creemos que realmente el papel que tienen los políticos es llamar a todos los pueblos indígenas sobre las bases que estamos enfrentando que ponen en riesgo nuestra vida.
AMY GOODMAN: Nemonte Nenquimo, usted está en la primera línea de este encuentro masivo en Nueva York; ha marchado por las calles de Nueva York, cerca de las Naciones Unidas, junto con 75.000 personas. También es una líder huaorani en la Amazonía ecuatoriana y cofundadora de la organización Amazon Frontlines y la Alianza Ceibo. Su trabajo durante una década por la protección del Parque Nacional Yasuní culminó en la abrumadora victoria de un referéndum para preservar el parque y detener la extracción petrolera allí. ¿Puede llevarnos por ese viaje? ¿Cómo comenzó esa lucha, cómo se convirtió en un referéndum nacional y qué significa el Parque Nacional Yasuní para usted?
NEMONTE NENQUIMO: Pues para mí esa lucha no ha sido de la noche a la mañana, ha sido larga, milenaria. Primero, respetar a los pueblos Huaorani, nuestra familia. Yasuní es un lugar ancestral del territorio huaorani. Entonces, nuestros abuelos, nuestras abuelas están ahí, es un lugar sagrado. Yo creo que en esa lucha de los pueblos indígenas, como los huaorani, transmitimos esta sabiduría, este valor a los pueblos ecuatorianos a través de una campaña. Eso significó que todos los actores, las organizaciones sin fines de lucro, las organizaciones que defienden la vida y la sociedad, nos unimos y dijimos “miren, sociedad ecuatoriana, ¿quieren seguir protegiendo lo que es la vida o quieren seguir permitiendo que se destruya nuestra selva?”. Entonces eran dos preguntas muy importantes. La mayoría de las sociedades ecuatorianas votaron “Sí” a la vida.
Eso significó que la selva del Ecuador va a seguir viviendo, porque el Yasuní es uno de los lugares más grandes y diversos del planeta. Nosotros como huaoranis nos sentimos muy orgullosos porque nuestros ancestros… Es nuestra casa, nuestra vida, por milenios la defendían y queremos seguirla defendiendo, y queremos seguir siendo huaoranis, teniendo nuestra cultura, nuestra identidad. Si nosotros no defendemos, no respetamos, eso quiere decir que nos matarían a nosotros y también a los pueblos que viven en aislamiento voluntario. Ellos quieren vivir en su lugar libres, en su casa.
Entonces, esa victoria demostró al mundo que no pueden esperar solamente la lucha de los pueblos indígenas, si no que los pueblos indígenas y no indígenas que viven en la sociedad civil en Ecuador nos podemos juntar. La unión y la esperanza mostraron la victoria. Entonces yo doy ese mensaje, ese es el camino para la solución del cambio climático. Así debemos trabajar en todo el mundo para detener el cambio climático. No esperen que sea la lucha de los pueblos indígenas, sino que las sociedades, la gente, debemos decidir juntos por el bienestar del planeta y eso para mí es la solución climática.
De lo contrario, si dejan a los pueblos indígenas solos para luchar, luchar, luchar, sabemos que el capitalismo muy rápidamente está destruyendo la vida de la selva y también causando impactos culturales. Entonces, el equilibrio del planeta es la tierra, es el bosque. El principio de nosotros como pueblos indígenas es que respetamos, tenemos mucho amor; entonces, ese amor, ese respeto, las sociedades tienen que transmitirlo y decidir construir juntos para el bien de las futuras generaciones, para nuestros hijos, para vuestros hijos. Esa sería la solución.
AMY GOODMAN: Nemonte Nenquimo, estamos hablando de un área que es la mayor reserva de petróleo crudo de Ecuador. Sin embargo, el referéndum fue un rechazo abrumador a la continuación de las perforaciones en el Yasuní. ¿Puede hablar sobre los intereses a los que se enfrentó y cómo esto tuvo lugar en un año de elecciones en el cual un candidato presidencial fue asesinado y hubo un incremento de la violencia? Además, el candidato presidencial conservador que estará en la segunda vuelta, Daniel Noboa, apoyó el rechazo a las perforaciones en el referéndum, pero la candidata del partido del expresidente Rafael Correa, Luisa González, la candidata más progresista, no lo hizo. ¿Puede explicar esto y cómo han respondido los pueblos indígenas?
NEMONTE NENQUIMO: Yo veo que los pueblos indígenas lo tenemos muy claro sobre el correísmo y el socialismo, no confiamos porque por años, habiendo las normas, las leyes, que es un lugar de diversidad, que es de conservación, el Estado ecuatoriano nunca ha respetado el territorio del Yasuní, donde viven los pueblos en aislamiento voluntario, ni siquiera pueden llegar ni consultar, pero jamás han respetado. Y yo, como mujer huaorani, digo que el que sea político que llegue a ejercer en el Estado ecuatoriano debe respetar y debe garantizar la vida de los pueblos indígenas, la vida de la selva. Entonces, yo diría, yo tengo mucho respeto ante el político, [pero] yo jamás creo que los políticos puedan garantizar… Yo creo que la unidad de los pueblos, la unidad de las sociedades civiles sí pueden garantizar el buen vivir y el respeto por la naturaleza.
Entonces, yo daría un mensaje a toda la sociedad ecuatoriana: respetemos a los pueblos indígenas, respetemos a la naturaleza para que juntos podamos sentarnos a construir un buen vivir a más largo plazo. Porque en más de 50 años de explotación de la Amazonía, no he visto cambios. Como dicen, “el desarrollo del país”, quizás puede ser capitalismo para las ciudades; para mí, como mujer indígena, destruye nuestros ríos, la tierra, la cultura, los animales. Entonces para mí “buen vivir” es tener nuestro territorio sano, agua limpia, territorio limpio, con nuestra cultura y con nuestra dignidad de vivir libres y alegres. Eso garantiza que vivamos mucho más a largo plazo.
Yo creo que a lo largo de 50 años de explotación en el Ecuador no ha habido solución a la pobreza, más bien ha habido más corrupción. No permiten decidir a la democracia. Entonces nosotros no esperamos que el presidente que asume nos va a cambiar, sino las sociedades con el poder, con la sabiduría, con el respeto, con valor, podemos cambiar el mundo para buen vivir.
AMY GOODMAN: Nemonte, ¿qué les dijo a los partidarios de las perforaciones, quienes afirman que el petróleo proporciona empleo y prosperidad? A lo largo de los años, usted ha convencido a la mayoría de los ecuatorianos de que ese no es el caso y yo veo a Ecuador como un microcosmos del mundo. ¿Cómo explica ese mensaje y cuáles considera que son las alternativas para generar empleo y prosperidad?
NEMONTE NENQUIMO: Yo creo que apoyaron [la campaña de] no más extracción petrolera porque es muy evidente, muy claro. Ejemplo, tú puedes llegar a la Amazonía, donde por muchos años sacaron petróleo, no hay [un] subcentro [de salud] con herramientas [suficientes], no hay una carretera de calidad como hablan, y más bien yo he visto el lugar donde muchos años han trabajado, en Orellana, en el norte, ha habido muchas petroleras por 50 años, pero no ha habido cambio, más bien ha habido más contaminación, más derrame, más enfermedades, más cáncer.
Ya no queremos [seguir] perdiendo nuestro territorio, contaminando nuestros ríos, queremos vivir bien. Entonces yo pienso que con las sociedades que apoyaron el “Sí” a la vida, es como podemos conservar y hacerlo con energía limpia. Podemos ofrecer turismo económico… turismo comunitario, perdón, y también podemos hacer otros proyectos en los que se respete la naturaleza, que se respeten los pueblos indígenas. Hay muchos, como medicinas ancestrales, conocimientos; entonces eso sería a largo plazo, con mucho respeto, con los ingresos económicos, lentamente.
Pero la extracción petrolera, que es como quieren tener el dinero mañana, ha ido desbastando y contaminando el medio ambiente y también he visto que ha producido en la política mucha más corrupción, más muerte, más pobreza. Entonces, es claro el ejemplo, que las sociedades ecuatorianas tomaron esa conciencia de despertarse.
Sí, es verdad que los ecuatorianos vivimos del petróleo y hay un tesoro más grande en la Amazonía de petróleo, pero no ha habido cambio. Entonces está en la conciencia y en las manos de los jóvenes y mujeres que podemos construir otra forma, otro pensamiento, no solo esperar que la solución sea el petróleo, sino que la solución es otra forma de respeto a los pueblos indígenas, respeto a la madre tierra, seguir formando otros mecanismos de buen vivir en el país y también en el mundo, que es un ejemplo que ha dado el Ecuador, un país pequeño, con la megadiversidad que tenemos en recursos.
AMY GOODMAN: Usted también es una de los principales demandantes contra el Gobierno ecuatoriano en una demanda presentada por violar el derecho de los huaorani al consentimiento libre, previo e informado. ¿Qué precedente legal sentó su victoria?
NEMONTE NENQUIMO: Yo creo que ese caso fue una victoria no solamente de los pueblos Huaorani de Pastaza, sino de todas las nacionalidades de Ecuador. Quedó el precedente de que las otras nacionalidades, otros pueblos pueden decidir en su territorio el derecho de ser libres, que no pueden ingresar así nomás, sino con consulta, consentimiento de todas las nacionalidades amazónicas que vivimos allí. Esa fue una victoria que es un paso más en el precedente que quedó en la Corte Constitucional del Ecuador. Ese es un logro también, no solamente se logró así nomás que nos dieron ese derecho de tomar la decisiones el Estado ecuatoriano y las normas y las leyes. Las leyes para mí son una herramienta para que los pueblos indígenas podamos tomar la decisión de gobernar nuestro territorio, de seguir protegiendo nuestro derecho a la vida en las comunidades.
AMY GOODMAN: ¿Puede hablarnos de su vida? ¿Dónde nació? Háblenos sobre su familia, su entorno y cómo llegó a ser la líder del pueblo Huaorani.
NEMONTE NENQUIMO: Yo nací en Pastaza, en una comunidad Huaorani de Toñampare, pero mis padres, mi abuelo, nacieron en el Yasuní. Mi papá es una de las personas que nunca conoció el mundo occidental. Mi papá conoció al mundo cuando tenía 11 o 12 años. Entonces mi padre viene de una familia guerrera milenaria que vivió en el Yasuní, que mi abuelo defendía, protegía su territorio y no permitía que entraran otros pueblos. Ellos siempre eran guerreros, siempre eran colectivos, siempre por el bienestar de la familia.
Entonces yo vengo de esa sangre y a lo largo de ese crecimiento yo vi muchas cosas: venían las empresas, venían los misioneros. Yo crecí de esa forma hasta ser grande y vi que era muy importante tener nuestro idioma, nuestra tierra, nuestras costumbres de vivir sanos en nuestro territorio. Eso empecé a aprender gracias a los mayores de los pueblos Huaorani de Pastaza, aprendí mucho. Y también fui sacada por los evangélicos a una ciudad para poder aprender el idioma español, que no es mi idioma.
Esa fue mi larga vida para poder saber qué debía hacer. Lo importante era defender nuestro territorio, mantener nuestra tierra, nuestros ríos, nuestro aire limpio para poder seguir viviendo. Si nosotros no cuidamos, no permitimos que esta reserva, esta selva, sea conservada, entonces seremos directamente afectados, perderemos nuestra cultura, nuestro idioma y vamos a desaparecer. Entonces no podría estar contando una historia larga, porque para contar la historia real es muy largo. Entonces yo estoy escribiendo la historia de mi pueblo Huaorani y mi historia, y por qué fui defensora de derechos humanos, para que la gente en el mundo entienda quiénes somos. Entonces yo estoy escribiendo; y en el 2024, en junio, estaré publicando mi libro.
AMY GOODMAN: Su libro se titulará “No seremos salvados”. Explique el porqué de ese título.
NEMONTE NENQUIMO: Es que yo veo esto, que no seremos salvados. Yo veo que en el mundo a los pueblos indígenas no nos están respetando, no están respetando nuestra voz, nuestro derecho a la vida. Y poco a poco nosotros los pueblos indígenas nos sentimos amenazados porque estamos en la Amazonía, con las diversidades que tenemos de petróleo, madera, oro, y pensamos que van a venir a nuestro territorio a consumir, extraer y eso significa que como indígenas seremos afectados directamente y también el mundo. Ese es el camino que lleva a destruir a los seres humanos que estamos asentados en este planeta. Por eso decidí escribir y educar para que la gente del mundo entienda qué es la selva, qué son los pueblos indígenas.
AMY GOODMAN: Usted ganó el Premio Ambiental Goldman por ayudar de manera proactiva a las comunidades a mantener su independencia de los ofrecimientos de las compañías petroleras mediante la instalación de sistemas de recolección de agua de lluvia y paneles solares y el apoyo a un negocio de producción de chocolate y cacao orgánico liderado por mujeres. ¿Puede explicar qué hizo?
NEMONTE NENQUIMO: Pues nosotros tenemos un estrategia diferente para seguir protegiendo nuestro territorio, como la defensa de los derechos, capacitaciones, estamos trabajando temas de control y vigilancia en nuestro territorio, con la tecnología, con apoyo de los abuelos y también estamos formando educación para los niños, educación propia que es muy, muy importante que en generaciones los jóvenes, los niños seguirán viviendo en su territorio, con su identidad, con su cultura y también estamos unidos con otras minorías de los pueblos indígenas, en la recuperación de su cultura.
Entonces estamos tratando con las mujeres también temas de seguridad alimentaria, intercambiando nuestros productos de lo que es alimento, lo que es sano. En Alianza Ceibo formé un cuadro estratégico, que se puede mantener nuestro territorio con respeto a nuestra cultura y respeto a la dignidad y el territorio.
AMY GOODMAN: Sus comentarios finales, mientras concluimos esta entrevista, para la gente de Estados Unidos, América Latina, África, Asia y del mundo en general.
NEMONTE NENQUIMO: Yo tengo un último mensaje para todo el mundo que está viendo. La importancia del mensaje es unirse y no rendirse, seguir luchando por lo que nosotros queremos construir en el planeta, en la Amazonía, en todas partes, que se respete, que se garanticen los [derechos de los ] pueblos indígenas. Y juntarnos y tomar acción y hacer el trabajo, dar una señal a los políticos, a los capitalistas, diciendo que no tomen este camino que es la destrucción del planeta.
Entonces otra forma de conocimiento de los pueblos indígenas es muy importante. Yo creo que en todo el país, en el mundo, los indígenas vivimos con las plantas, vivimos con los animales, vivimos con conexión espiritual. Y no queremos perder eso. Entonces sería un muy buen mensaje decir que la educación de los pueblos indígenas es muy importante, que la gente del mundo, de las sociedades, de ciudades grandes adapten este conocimiento.
AMY GOODMAN: Nemonte Nenquimo, queremos agradecerle por estar con nosotros. Líder huaorani en la Amazonía ecuatoriana, cofundadora de Amazon Frontlines y de la Alianza Ceibo y ganadora del Premio Ambiental Goldman 2020. Su nuevo libro que se publicará el próximo año se titula “No seremos salvados”. Soy Amy Goodman. Muchas gracias por acompañarnos.
Producido por Clara Ibarra, Igor Moreno Unanua, Iván Hincapié y Democracy Now!
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