EL AUTOR es ingeniero agrónomo, abogado, escritor y político. Reside en Nueva York.
1 – Para escribir el presente artículo, tuve jornadas agotadoras de lectura, (leer 804 páginas del contrato de la renegociación con AERODOM), escuchar más de 8 entrevistas por YouTube, consultar con abogados y economistas con especialidad en este tema, y oír la opinión de mucha gente del pueblo respecto a esta renegociación que el Estado Dominicano está a punto de firmar con la empresa Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (AERODOM).
2 – De todo este quehacer intelectual, he llegado a las siguientes consideraciones: Esta renegociación tiene una especie de pago sombra, similar al peaje sombra con que estuvo viciado el contrato de construcción de la autopista Santo Domingo-Samaná; ello, al estipular que cuando las ganancias proyectadas no se dieren, el faltante será resarcido por el Estado dominicano. Por ejemplo, si AERODOM, proyecta que para el año x hay un flujo de pasajeros de 10 millones, pero solo entran cinco, entonces el gobierno tiene que resarcir a AERODOM por los cinco millones faltantes. Como en este momento cada pasajero tiene que pagar 22.50 dólares por entrada y salida, entonces 5 millones de turistas faltantes equivalen a más de 112 millones de dólares, que es la cantidad a resarcir a AERODOM por el Estado dominicano para cumplir con el gravamen acordado en caso de proyecciones fallidas.
3 – Esta renegociación contiene acápites que violan la Constitución de la República, al estipular que el Estado Dominicano renuncia al sagrado precepto constitucional de la inembargabilidad de sus bienes.
4 – Esta renegociación es lesiva el interés nacional, al estipular que si hay una terminación anticipada del contrato, a los accionistas de AERODOM, hay que resarcirlos con la rentabilidad proyectada por ellos en tres años, y libres de impuestos. Además, el Estado tiene que pagar todas las deudas y préstamos en los que haya contraído AERODOM.
5 – Esta renegociación es onerosa al interés nacional, al estipular que AERODOM estará exento de todo tipo de impuestos arancelarios y fiscales, incluyendo el pago del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS).
6 – Esta renegociación llega hasta lo aberrante, al contemplar, que si rentabilidad proyectada en un año x fuera afectada por un fenómeno cualquiera, como sería por la baja en el flujo de turistas, por un ciclón, un terremoto, una guerra, o por lo que fuera; entonces, el Estado tiene asumir la pérdidas y pagarle a AERODOM, la diferencia faltante con relación a la rentabilidad proyectada.
7 – Esta renegociación es lesiva al interés nacional, al estipular que el Estado dominicano será el garante de cualquier préstamo que haga AERODOM, con la agravante, que también toca al Estado pagar los intereses de ese préstamo.
8 – Esta renegociación es una carga pesada para el pueblo dominicano, al estipular, que AERODOM puede bursatilizar sus ingresos en los mercados de capitales con el propósito de obtener financiamientos, que como más arriba se explicó, estos préstamos se hacen con la garantía del Estado, cuyos bienes, por estipulación de esta renegociación, pueden ser embargados.
9 – Esta renegociación menosprecia y pisotea la soberanía nacional, puesto que cualquier conflicto que surja entre AERODOM y el Estado dominicano, cuya solución sea de competencia o naturaleza jurídica, su arbitraje no será dirimido en los tribunales dominicanos, sino en tribunales extranjeros, como en Nueva York o Londres. Para peor, los costos de este arbitraje quedan a cargo del Estado dominicano. Además, esta renegociación contempla que AERODOM queda eximida de todo tipo de supervisión y de auditoría, o sea, ellos actuaran en nuestro país como chivos sin ley, por lo que el Estado dominicano tiene que conformarse con lo que los ejecutivos de AERODOM, les informen al Estado dominicano, cosa imposible de suceder en Francia, o en cualquier otro país europeo o en los Estados Unidos de Norteamérica, donde son rigurosos y celosos con estos asuntos.
10- Esta renegociación constituye un abuso al país, al estipular la ignominia, de que AERODOM será resarcido de las pérdidas que sufra en sus operaciones por causa de la demora o retardo en la ejecución de una obra que esté a cargo del Estado en los aeropuertos a administrados por ellos.
11 – Esta renegociación constituye una conspiración directa contra las divisas en dólares obtenidas por el país con tanto esfuerzo, principalmente con las remesas de la diáspora dominicana, pues los miles de millones de dólares “ganados” por AERODOM en nuestro suelo, son sacadas del país, lo que lógicamente produce una escasez de dólares, lo que a su vez origina el aumento de la cotización de esa moneda, y consecuentemente, un aumento de la inflación, y concomitantemente genera más pobreza y calamidades en nuestro pueblo, y más dificultades al Estado.
12 – Pero donde este contrato se torna leonino para el colmo de los colmos, es en los beneficios que recibirá el pueblo dominicano en los 37 años de operaciones de AERODOM. En esos 37 años, AERODOM ganará entre 20 y 30 mil millones de dólares, y el Estado dominicano alrededor de sólo 2 mil millones de dólares. Nuestras ganancias se calculan de la manera siguiente: 10 % de lo proyectado más 10% del excedente. Por ejemplo, si para un año x lo proyectado a ganar son 500 millones, y por buena suerte se ganan 600 millones, entonces las ganancias para el Estado dominicano será el siguiente: el 10 % de 500 millones que fue lo proyectado a ganar, igual a 50 millones, más el 10% de los 90 millones excedentes, es igual a 9 millones, para un total de 59 millones de dólares, por lo que quedan 541 millones de dólares de ganancia para AERODOM. Pero si no se recaudan los 500 millones proyectados, entonces, el Estado dominicano tiene que compensar a AERODOM pagándole el déficit producido con relación a lo proyectado por esa empresa.
13 – De este resultado se puede deducir, que la renegociación del contrato de privatización de los aeropuertos con AERODOM, se inscribe dentro de los negocios catalogados como los del “capa perros” o de cambiar oro por espejitos. En Chile, AERODOM tiene un contrato de administración, operación, mantenimiento, explotación económica, renovación y expansión de los aeropuertos, pero con beneficios de 80% para los chilenos y 20% para AERODOM. ¿Por qué los dominicanos no adoptamos este modelo chileno? Los que trabajaron en la elaboración de esta renegociación, debieran de explicarles a nuestro pueblo, sus motivos para esta renegociación, a toda vista lesiva al interés nacional.
A modo de conclusión
A – Como expresé al inicio de este artículo, el expediente donde se plasma la renegociación del Estado dominicano con AERODOM, contiene 804 páginas. Los responsables de su elaboración fueron el asesor jurídico del poder ejecutivo, en este caso Antoliano Peralta, y un equipo de juristas especializados en el tema que nos ocupa, quienes son personas en las que nuestro presidente confía, yo diría, ciegamente.
B – Por el exceso de trabajo que vemos incurre en nuestro presidente Luis Abinader, es lógico inferir, que en ningún tiempo se sentó por 15 días para estudiar el contrato de esta renegociación, sino, que confió en su consultor jurídico y equipo de juristas, pues conociendo yo quien es nuestro presidente, estoy seguro, que si hubiera estudiado ese contrato de renegociación, jamás lo hubiera mandado al Congreso para su aprobación.
C – Esta renegociación ha caído muy mal en toda la población dominicana. Para darme cuenta del rechazo a esta recontratación, he auscultado a las masas, a la gente sencilla del pueblo, a obreros, a chiriperos, a diversos intelectuales y profesionales, a artistas, a escritores, y a un gran número de perremeistas. La cuestión es, que ya el daño está hecho, y solo nos queda revertirlo.
D – Para tal propósito propongo a nuestro presidente Luis Abinader, retirar del Congreso Nacional esa propuesta de renegociación, y que espere a que se cumplan los siete años que restan para el cumplimiento de ese contrato de privatización entre AERODOM y el Estado dominicano, para que sea el gobierno del 2030 quien decida, si la terminación de ese contrato, o una licitación, o que los aeropuertos en cuestión y los demás, sean administrados por dominicanos que ya tienen 15 años de experiencia en administración de aeropuertos.
E – Esta sugerencia es la forma más idónea que encuentro para revertir el daño ya causado. Estamos próximos a las elecciones presidenciales, y cualquier error puede ser fatal y verse reflejado en una votación adversa a la reelección, el 16 de mayo del 2024.
F – Todo lo escrito en estas cuartillas, lo hago con la mejor intención del mundo para con mi país, nuestro partido PRM, y nuestro presidente. También, este texto va a manera de advertencia, porque podríamos ser desplazados del poder, si la renegociación que nos ocupa no es saneada para beneficiar al pueblo dominicano, en lo que además, hay que incluir exigir a esa concesionaria, que pague lo que corresponde por su veinte años de operaciones, pues según el propio presidente ha denunciado, en esos 20 años AERODOM no le ha reportado un solo centavo de beneficio a nuestro país, lo que es un absurdo impensable que ocurra en Francia, y más cuando esta empresa no ha aportado un solo centavo en su negocio con nuestra República Dominicana. Rectificar es de sabios. El sabio con toda humildad enmienda sus errores. En este orden de ideas, nuestro presidente Luis Abinader, en varias ocasiones ha dado muestras de poseer, virtudes de gente sabia.
Señor presidente, en vista de todo lo expuesto, lo correcto, justo y sensato sería, anular esa renegociación del Estado dominicano con AERODOM.
Dios, Patria y Libertad…
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